No hay palabras de agradecimiento para Diego y para Vero. Más perfecto no podría haber sido. Lo revivo cada segundo y me vuelvo a emocionar. Gracias por cuidarme, contenerme, alentarme, felicitarme y sobretodo por haberme ayudado a disfrutar de cada segundo a pesar de mis miedos. Fue increíble. Gracias eternamente por traer a mi hijo al mundo, y de la manera en que se lo merecía. Soy muy feliz.
- Mery